miércoles, 18 de noviembre de 2009

Devotchka


Caminando por playas lejanas el helado mar me refrescaba los pies, sus olas me atrapaban.



!Siempre terminaba hablándole de amor a la Sirena.!




Si algo recuerdo de ella es su gusto refinado, sin poses, sin cosechas viejas.

Disfrutaba de la brisa que pulverizaba el agua saladita

y ver al sol desparramar su yema sobre el océano.



La subi a un altar donde descansaría sus branquias

labios vacunos, caderas de mar.

Sus tallos estilaban yogourt violeta

llenando gota a gota el caldo promordial del pequeño rey




Siempre fue "La" a quien yo adoré,

sutil en iluminarnos sin abrazarnos en el fuego,

castigando mi cuerpo en la abundancia.



Este cuerpo joven de perro, tiene sus días contados







.... me gustaría sinceramente que todo esto tuviera una lógica

asi no sería tan sorprendente y todos podríamos despertar

del letargo de esperar.